Volví a ser parte de Hood, el proyecto de Estudio Sasky que combina arte y arquitectura en espacios efímeros. En esta nueva edición, nuevamente se intervino una casona antigua en el barrio de Colegiales, y artistas de distintos estilos fuimos invitados a darle vida con nuestras obras antes de que fuera demolida.

En esta ocasión elegí pintar a Mazinger Z, ese clásico personaje del animé que marcó generaciones. Lo hice con aerosoles y técnica de stencil, en una gran pared que me permitió jugar con los colores, los detalles y la fuerza visual del personaje.

Además, esta edición de Hood incluyó una muestra colectiva donde tuve el placer de exponer varias de mis obras, compartiendo espacio con artistas que admiro y conectando con muchas personas que se acercaron a disfrutar del arte en todas sus formas.

El proyecto, como siempre, cerró con un evento lleno de música, energía y creatividad, donde cada rincón de la casa contaba una historia distinta.

Sigo creando murales, participando de muestras y formando parte de propuestas que conectan el arte urbano con espacios poco convencionales, siempre dejando mi impronta.